Casi todos los padres de familia coincidimos en la importancia de que nuestros hijos puedan mantenerse motivados en aspectos relacionados a su educación. Hay que considerar que una persona promedio pasaría como mínimo 14 años en escuelas de educación básica antes de ingresar a una carrera profesional, añadiendo en ese caso de 3 a 6 años más como mínimo. Esto significa tiempo y esfuerzo, por lo que estar motivado durante tantos años puede ser un trabajo complicado. Sin embargo si nos detenemos a analizar, aprender es una actividad innata del ser humano para la que estamos preparados biológicamente y que la maquinaria evolutiva se ha encargado de perfeccionar durante millones de años dotandonos de un potente cerebro sin igual en otras especies. Lo que sabemos hasta ahora es que una persona que encuentra en sí mismo sus propios motivos para seguir aprendiendo es una persona que tiene más oportunidad de éxito y de paso tener una vida menos estresante.
En ese sentido, la Doctora Carol Dweck quien actualmente dirige la prestigiosa cátedra Lewis and Virginia Eaton de la Universidad de Stanford es pionera en el estudio experimental del llamado Mindset Psicologico, un area de investigacion en crecimiento que estudia aspectos relevantes del aprendizaje y el comportamiento humano necesarios para comprender mejor qué es lo que motiva a las personas a aprender o dejar de hacerlo. El trabajo de la doctora no es poca cosa (tampoco su curriculum pues ha pasado por Yale, Harvard, Columbia e Illinois antes de llegar a Stanford y a sido premiada y elogiada por numerosas instituciones públicas y privadas). Sus experimentos que ha podido realizar en grandes poblaciones ofrecen información muy valiosa que nos hace pensar (o repensar) lo que hemos estado haciendo con los niños en sus primeros años de vida:
Aunque suena contra intuitivo, premiar constantemente no es la mejor manera de motivar a un niño a aprender.
En su teoría define dos tipos de Mindset Psicológico (podríamos llamarle Mentalidad). En uno de ellos las personas tienen un Mindset fijo, lo que significa que consideran sus atribuciones como innatas e inamovibles. En términos muy sencillos una persona con Mindset fijo tiene las siguientes características:
Busca solo actividades que de antemano sabe que puede lograr.
Evita aquellas cosas en las que ve un riesgo de fallar.
Busca constantemente aprobación por lo que aprende solo por ese tipo de retroalimentación
Su motivación intrínseca es nula, todo depende del entorno
Se rodea de personas que le premien y le ayuden a mantenerse en su estado de confort
Vive muchos episodios de ansiedad motivados por la falta de aprobación o por tener que evitar ambientes complicados
No se interesan por entender un problema y escuchar respuestas correctas.
Tienen un autoestima y autoconcepto muy cerrados, es decir, consideran sus cualidades como inamovibles. “Si es malo para la guitarra no tiene caso seguir intentando” “si no es creativo es porque así nació” entre otros.
Tienen mucho miedo al fracaso.
No les interesa escuchar aquello que les ayude a mejorar, no lo consideran necesario porque no creen que puedan aprenderlo.
Con frecuencia evitan enfrentarse a escenarios complejos haciéndolos ver como “menos importantes” o como “cosas que ya sé hacer”.
Suelen ser deshonestos con la intención de obtener aprobación.
Suelen estar muy desmotivados en la escuela y en general en todo aquello que implique esfuerzos tanto sociales como intelectuales.
Muchas de estas características pueden no estar presentes o no ser evidentes.
Por otro lado, el Mindset de Crecimiento considera las atribuciones como el resultado del esfuerzo y por lo tanto son características que se pueden mejorar. En este caso el Mindset florece ante pruebas complejas y ve la decepción no como una prueba de falta de elegibilidad, sino más bien como una oportunidad para el desarrollo y para ampliar capacidades existentes. Lo que hace que esta mentalidad sea tan atractiva es que permite un entusiasmo de adaptación en lugar de luchar por la aprobación. Sus características en términos generales son:
No les preocupa equivocarse o fallar, por el contrario, ven eso como oportunidad para aprender
No tienen miedo a intentar aquello que desconocen independientemente de que sea complicado
Prefieren constantemente algo nuevo en lugar repetir lo ya conocido
No les interesa la aprobación de los adultos ni ser elogiados
Son muy atentos cuando se trata de aprender algo nuevo o escuchar respuesta correctas
Su necesidad de aprender está basada en la idea constante de poder integrar más y nuevos conocimientos para mejorar y no en recibir algún tipo de premio.
Para identificar algunas causas que llevan a un niño a tener una u otra mentalidad Carol ha identificado dos formas en las que elogiamos el comportamiento de los niños, particularmente en sus primeros 3 años de vida (aunque creo que es en toda la etapa preescolar)
Niños de habilidad elogiada.- Resulta en un Mindset Fijo. Por ejemplo, asumen que no son inteligentes cuando no logran una actividad.
Niños de esfuerzo elogiado- Resulta en un Mindset de Crecimiento. Por ejemplo, se dan cuenta que necesitan mejorar su esfuerzo.
Esto quiere decir que si a un niño se le hace creer que es inteligente, o que es muy creativo o muy amigable sin ningún esfuerzo entonces aprenderá que esos atributos no aparecen ni desaparecen por sus propios méritos y que no dependen de su propia constancia sino que están ahí porque le pertenecen y que estarán ahí independientemente de cualquier cosa, lo mismo que si se trata de una característica negativa, por ejemplo, decir que es poco sociable o poco inteligente.
Es decir, etiquetar a los niños no modela su comportamiento pero sí influye en su razonamiento.
Lo que en todo caso motiva a un niño con una mentalidad fija es buscar la manera de que los demás reconozcan esa capacidad innata, es decir, la búsqueda de la aprobación por lo que todo aquello que no ayude a su aprobación simplemente no es de importancia para el. Si a un pequeño se le dice constantemente que es muy carismático y se le premia por ser carismático (un atributo mas físico que de comportamiento) entonces el pequeño tendrá la impresión constante de que solo puede socializar basándose en su carisma, por lo tanto solo buscará estar en ambientes en los que su carisma (casi siempre aspectos físicos) sean predominantemente importantes. Entonces ese pequeño evitará todo aquello en donde su carisma no sea necesario, por ejemplo ambientes intelectuales o que requieran atributos de otro tipo en los que tenga que competir de otras formas. Si un niño con un Mindset Fijo considera que no es bueno para hacer deporte entonces sería muy difícil de motivar para que intente algún tipo de deporte, pues para él ya está claro que no nació para hacer deporte.
Esto último es clave, si queremos entender la raíz del problema y de porque estamos equivocados cuándo interpretamos las teorías conductuales de premios para reforzar conductas. El problema no solo es mantener un buen autoestima y auto conceptos en los niños.
Es más importante dotarlos de un mindset que le permita trabajar constantemente y mejorar como parte de su propia autodeterminación en su autoestima y su autoconcepto. En palabras más técnicas, debemos pensar mucho más en las implicaciones racionales que tiene la forma en la que les enseñamos a los niños sobre el mundo.
Cabe destacar que el trabajo de Dweck también ha estudiado los efectos de estos dos tipos de conductas y cómo afectan directamente en los niveles de satisfacción y gozo. Las personas con un Mindset de crecimiento tienen una tendencia mayor a sentir satisfacción por su trabajo y disfrutan considerablemente mucho más realizar actividades nuevas y complicadas, sobra decir que este es el motor de su propia motivación, mientras que las personas con Mindset fijo tienen constantemente que vivir ansiedad por tener que evitar aquello que como hemos dicho, suelen evitar.
Como podemos ver, en conclusión, los padres de familia, maestros o cuidadores encargados de crianza en general debemos tener una actitud consciente hacia los niños que se concentre específicamente en el esfuerzo dejando de lado etiquetas.
La finalidad es permitir a los niños aprender acerca de su autodeterminación, darles la oportunidad de aprender de su propio razonamiento y permitirles conocer el mundo, explorarlo y aprender de él sin etiquetas, ese es posiblemente el motor de la motivación que necesitamos los seres humanos para seguir aprendiendo por el puro gusto de aprender.
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